Los recortables han sido un juego que siempre me encantó. A esto hay que añadir la afición que tengo desde pequeña por las revistas de modas. Recuerdo que pasaba horas viendo estas publicaciones que compraba mi madre en el kiosko del barrio. Cuando ya llevaban un tiempo en casa me daban permiso para jugar con ellas, a veces recortaba las modelos que aparecían en las fotografías y pegaba estos recortables a una cartulina inventando una nueva historia.
En este trabajo, Glamour en la cocina de Alicia, las cabezas, en mayor cantidad con respecto a los cuerpos, están recortadas así se pueden trocar sobre los distintos modelos.
Recordando la obra de Thomas Mann, Las cabezas trocadas, en la que dos jóvenes intercambian sus cabezas para conquistar a la chica que aman pero ella ama el alma de uno y el cuerpo del otro.
¿Somos lo que gustamos?
Glamour en la cocina de Alicia
Acrílico,tinta,recortable sobre cartulina, madera montada sobre bastidor.
92x65 cm.
Me encanta el resultado de este juego, investigación con recortables. Ya sabes también a mi me apasionan. Buen trabajo Paz.
ResponderEliminarY a lo que se ve Glamour hasta en la cocina.
ResponderEliminarLa pieza conserva su sabor gráfico, de imágenes impresas y eso también me gusta.
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