"La anciana miró la casa. La nieve derretida había ennegrecido el delicado amarillo de la piedra; bajo las hojas de acanto,el estuco se desconchaba y dejaba al descubierto manchas blancuzcas, como marcas de bala."
"La gran mansión, con sus enormes ventanales, por los que el aire y la luz penetraban a raudales, sus terrazas, sus salones, sus galerías, donde las noches de fiesta se acomodaban holgadamente cincuenta músicos..."
"Por otra parte, no parecía oírlos. Se pasaba horas inmóvil, en silencio, con la mirada perdida y las manos cruzadas sobre las rodillas. Estaba encorvada,casi doblada totalmente por la cintura, y tenía la tez blancuzca, mortecina, con venillas azuladas e hinchadas en las comisuras de los ojos."
Estas citas pertenecen a "Nieve en otoño" de Irène Némirovsky,recién terminada su lectura surgió el dibujo.
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"Tatiana Ivánovna"
Grafito sobre papel
30x41 |
Comentario sobre Tatiana en el
Circulo de Lectura de la Librería de Mujeres
A vista, vuelo de pájaro, la figura se repliega sobre la tierra, el camino, los recuerdos. Sobre sí. Y pesada, lenta, insistentemente, se muestra en irrevocable caída, abocada a escapar de la rigidez del marco por pura gravedad,por su carne de esfera envolvente. Rodará entonces su destino hacia el sitio del que nunca partío o solo lo hizo para volver. Quedan detrás, de frente las ventanas: caladas, plenas, ciegas metáforas, las dos caras de un mismo sueño. A fin de cuentas, la casa siempre viaja con uno. Y del mismo modo, ya no está.
Elena Soto