Es el primer papel protagonista en una superproducción en technicolor para Esther Williams que apartir de entonces fue conocida como la Sirena de América.
Las espectaculares coreografías acuáticas protagonizadas por Esther Williams hicieron que la película tuviese un enorme éxito, verdadero subgénero de cine musical con una piscina como escenario. Un estilo de cine ya desaparecido.
Acrílico, tinta, recortables sobre cartulina encolada a madera montada sobre bastidor 81x65 cm.