Mientras trabajaba con esta obra me vino a la memoria un libro de Edith Wharton, Encanto y compañia. Cuando leo tengo la costumbre de tener un lápiz a mano para recalcar lo que me parece interesante y hacer anotaciones. Este es uno de esos párrafos subrayados:
Pero algunas veces he pensado que la naturaleza femenina es como una gran casa llena de habitaciones: está el vestíbulo, por el que pasa todo el mundo cuando entra y sale; el salón, donde se reciben las visitas formales; la sala de estar, donde los miembros de la familia van y vienen a su antojo; pero más allá, mucho más allá, hay otras habitaciones, los pomos de cuyas puertas quizás nunca se giran; nadie sabe el camino para llegar hasta ellas, nadie sabe a dónde van; y en la habitación más recóndita, la más sagrada entre las sagradas, el alma está sentada y espera unos pasos que nunca llegan.
En el jardín
Acrílico sobre cartulina Basik encolada a madera montada sobre bastidor 65x81
Tierno,intenso y tal cómo describía Edith Warton esa espera,eso siento viendo tu obra Paz.
ResponderEliminarEs una obra preciosa.
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