La primera impresión al empezar la novela es la aparente ligereza de su lectura pero el contenido soterrado en su historia me produjo cierta inquietud y tristeza. Prudence, una mujer como tantas que se afana en cuidar un jardín, el suyo, como metáfora de sí misma y de la tierra a la que quiere volver después de enviudar, pero siempre encuentra una excusa que ella misma se autoinflinge para no hacer realidad ese regreso.
Al final ella tiene su jardín...
El jardín
Acrílico, madera sobre bastidor, papel seda de patronaje. 81x55 cm.
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